Este
canchal berroqueño es el mayor conjunto granítico de Europa; en él se agrupan
numerosos riscos, paredes rocosas, arroyos y praderas. Es una zona de gran
interés geológico y paisajístico y un paraíso para los escaladores; cuenta con
cerca de mil vías de escalada de todas las dificultades.
También
la recorren numerosos senderos.
La
Pedriza tiene una extensión de 3.200 hectáreas, las cuales se hallan integradas
dentro del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares. Se extiende desde
los 890 metros de altitud (altura del embalse de Santillana) hasta los 2.029
metros de las Torres de La Pedriza, las cuales se acercan a la línea de cumbres
de la denominada Cuerda Larga. Esta diferencia de altitud hace que encontremos
jarales mediterráneos en las partes bajas y piorno, más propio de la alta
montaña.
Geológica
y paisajísticamente hablando, La Pedriza es un canchal berroqueño compuesto de
canchos, tolmos, agujas, cubos, domos, puentes y piedras caballeras. Un
universo pétreo que adquiere múltiples morfologías.
En diciembre de 2012 realicé una excursión circular llegando a la pradera sur del Yelmo. Ascendí por la senda Maeso hasta el collado de la Dehesilla. Luego retrocedí hasta el Yelmo y bajé por la senda que lleva al Tranco, desde donde regresé a Manzanares.
Con múltiples paradas para tomar fotos, observar el paisaje y comer, empleé unas 7 horas en realizar el periplo.
En diciembre de 2012 realicé una excursión circular llegando a la pradera sur del Yelmo. Ascendí por la senda Maeso hasta el collado de la Dehesilla. Luego retrocedí hasta el Yelmo y bajé por la senda que lleva al Tranco, desde donde regresé a Manzanares.
Con múltiples paradas para tomar fotos, observar el paisaje y comer, empleé unas 7 horas en realizar el periplo.
Manzanares el Real con su soberbio castillo.
La senda Maeso asciende en sus primeros tramos entre jarales y pajonales.
Algunos árboles se empeñan en permanecer en lo imposible.
Laberinto pétreo.
La alargada pradera de la Gran Cañada, en su sector oriental.
Apoteosis del granito.
Algunos robles se aferran a la roca.
Esta chorrera suele formar una pequeña cascada cuando llueve abundantemente.
Macho montés.
Divisé numerosas tropillas de cabras monteses.
Embalse de Santillana. En el horizonte lejano se divisan algunos rascacielos de Madrid.
Embalse de Santillana.
Collado de la Dehesilla.
Collado de la Dehesilla.
El Yelmo.
Pradera sur del Yelmo.
Escaladores en el Yelmo.
Escaladores en el Yelmo.
Escaladores en el Yelmo.
Escaladores en el Yelmo.
Escaladores en el Yelmo.
Cabras monteses.
Embalse de Santillana.
Echamos la vista atrás y nos despedimos del Yelmo.
Embalse de Santillana y centro penitenciario de Soto del Real.
Huellas de gigantes.
Buitres leonados.
Sector occidental de la Gran Cañada.
Sector occidental de la Gran Cañada.
El suave vuelo de los buitres.
Las cumbres de Guadarrama ya están enharinadas de nieve.
La sombra reflejada en el granito con las penúltimas luces de la tarde.
Las penúltimas luces del día.
Manzanares el Real y su castillo.
La Pedriza siempre sorprende, a cada paso ves nuevas figuras de rocas en equilibrio que son un reclamo para fotografiar. ¿conoces la zona del laberinto y el collado de la ventana?.
ResponderEliminarSi no, te lo recomiendo, para mi es la zxona más bonita. Recorerr el trozo de integral entre el collasdo de la dehesilla y las torers de la Pedriza (subienmdo a la torre, que ya es un dosmil, y se puede hacer sin necesidad de cuerda). Pasarás por túneles de roca, muros enormes como la Pared de Santillana y formaciones curiosas como el mogote de los suicidas.... Además, en esa zona, los pinos en las repisas entre la roca le dan un encanto espacial.
Gracias, Luis, por tus sugerencias que serán tenidas muy en cuenta habida cuenta del peso específico que gozas en estos menesteres de tirarse al monte.
EliminarMi objetivo era realizar la integral, pero dado que ya era invierno, los días cortos, y me detengo mucho para hacer fotos, el sentido común me recomendó hacer esta circular más abreviada pasando por el sur del Yelmo. En otra ocasión iré a conocer esas maravillas que me cuentas.
Los que vivís en Madrid tenéis el privilegio de tener a tiro de piedra esa maravilla que es el Guadarrama; y si de paso te pasas media vida en Cazorla-Segura, ya ni te cuento.
Un saludo.
Espléndido reportaje Toni, un día tienes que ir al Sidobre, en el Tarn, quedarás impresionado con las formacions pétreas.
ResponderEliminarGracias, Montse.
EliminarProfundizar más en el sur de Francia es una de mis asignaturas pendientes. Espero poder gozar de ello de la mano de una experta como tú en esos enclaves.
El Tarn siempre me llamó la atención por sus desfiladeros, pero desconocía la existencia del Sidobre. He visto algunas fotos en Google y parece un lugar muy interesante por esas formaciones rocosas. Tomo nota.
Es curioso, pero al ver esas fotos me he transportado a cuando estuvimos en el Bosc de Savassona, a los pies de Sant Feliuet; había también rocas curiosas desperdigadas por el encinar.
Petons.