El Parque Rural de Anaga ocupa gran parte del macizo montañoso situado en el extremo nordeste de la isla de Tenerife. Con una extensión de 14.419 hectáreas abarca una parte importante de la isla y se ubica en parte de los municipios de La Laguna, Santa Cruz de Tenerife y Tegueste. Se trata de un espacio abrupto con excepcionales valores naturales y culturales, que cuenta con paisajes de gran armonía y belleza, fruto de la coexistencia del ser humano y la naturaleza en un territorio agreste.
Anaga tiene una interesante red de carreteras y de senderos que nos pueden acercar, en coche, en autobús (guagua) o caminando, a lugares con excelentes panorámicas, rincones naturales de gran belleza o conocer sus numerosos y pintorescos caseríos y participar de las formas de vida de sus gentes. Ofrece un paisaje espectacular y una gran diversidad natural, resultado de la propia orografía, y por la existencia de diferentes ambientes, que van desde el más húmedo y lluvioso en las partes altas hasta aquellos de elevada insolación y escasa pluviometría. Esta pluralidad de ambientes favorece el asentamiento de una rica naturaleza, un abanico de comunidades que alberga numerosas especies animales y vegetales, con más de 120 endemismos locales, algunos de ellos muy escasos y amenazados. Entre los hábitats naturales de Anaga se encuentran algunas de las mejores manifestaciones de los ecosistemas canarios. Destacan por su buen estado de conservación los bosques de laurisilva de sus cumbres, los sabinares -como el de Afur- o los cardonales-tabaibales del extremo oriental del macizo.
Los accesos principales se realizan mediante la carretera TF-12 desde La Laguna (por el bosque de Las Mercedes), y por San Andrés -también por la carretera TF-12- desde Santa Cruz. Se puede acceder en vehículo particular y en transporte público.
Vista de Las Mercedes.
Bosque de Las Mercedes.
La señalización de senderos en Tenerife es muy completa.
Mapa rústico.
La laurisilva es una reliquia viviente de las formaciones vegetales que cubrían gran parte de Europa durante el periodo Terciario. La necesidad de un alto grado de humedad para el desarrollo de las masas forestales condiciona su distribución a las vertientes norte entre los 400-1500 m de altitud, que es la zona de mayor influencia de los vientos alisios que dan lugar a la formación de un mar de nubes.
La laurisilva es una formación de tipo subtropical predominantemente arbórea, siempre verde, cuya gran masa de hojas coriáceas y brillantes favorece la condensación de las nieblas produciéndose una lluvia local al pie de cada árbol que se conoce como “precipitación horizontal”.
Como curiosidad, el abandono del campo que se ha producido en Canarias en los últimos 40 años ha propiciado la recuperación de la laurisilva en las fachadas norte de las islas occidentales.
Bosque de laurisilva.
Los claros del bosque permiten contemplar barrancos y fragmentos de costa.
Mirando al cielo inmersos en el fragor de la laurisilva.
Los helechos son un elemento muy significativo del sotobosque.
Musgos y líquenes.
El roquedo nos recuerda que estamos en una isla volcánica.
Costa del arco de Taganana.
Salimos de la laurisilva y descendemos hacia Taganana.
Roques volcánicos.
Las palmeras canarias dan una nota alegre en el, ahora, árido paisaje de los barrancos.
Taganana.
Drago en Taganana.
Iglesia en Taganana.
Taganana.
Taganana.
Playa del Roque de las Bodegas.
Roques de Anaga.
Roque de las Bodegas.
Playa de Benijo.
Un sendero PR desciende desde el caserío a la playa de Benijo.
Atardecer sobre Almáciga.
Enlaces:
Mi querida e inagotable sombra viajera, que proyecta luces e irradia entusiasmo; te cuento: mi alegría por ver que retomas actividad bloguera; mi encandilamiento para tus fotos; mi admiración por tu inquieta curiosidad y mi incondional dilección por tí. Bss
ResponderEliminar