La naturaleza kárstica de los terrenos, y un acusado proceso de erosión, le confieren un peculiar aspecto; un paisaje caracterizado por la existencia de una intrincada red de callejones y pasadizos, puentes naturales y dolinas; a estas últimas (depresiones cerradas) se las conoce por aquí como torcas, elemento que da nombre al paraje.
Arces, quejigos, majuelos y endrinos son los principales representantes del reino vegetal, en el que encontramos numerosos endemismos rupícolas.
Procedente de las sierras vecinas, la cabra montés se ha hecho muy frecuente en los últimos años.
Una red de senderos permite conocer con comodidad este paraje natural de formaciones rocosas singulares. Las fotografías que publico a continuación corresponden a una excursión realizada en junio de 2009. Por primera vez he utilizado un editor de imágenes para retocar alguna de ellas y lograr algunos efectos.
Un laberinto de piedra
Foto retocada
La curiosidad le puede
Empezaron los truenos en la lejanía
Cada vez el retumbar de los truenos era más cercano
Foto retocada
Hongos de piedra
Los avistajes de cabra montés son muy frecuentes
Parece que la tormenta se va dispersando...
...y se aleja la posibilidad de que descargue sobre nuestras cabezas.
Foto retocada
Foto retocada
Pilas de monedas de piedra
Nubes de evolución típicas de primavera-verano
Enlace a una práctica página sobre el Torcal de Antequera: centro de visitantes, horarios, instalaciones, rutas, actividades, etc.
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